Cuerpo de Mujer: Secreta fortaleza

El embarazo es un tiempo de aprender, y vaya que he aprendido...

32 semanas

En mi experiencia personal de estos 31 años que llevo "vivita y coleando" encuentro que en este tiempo de embarazo y luego al dar a luz, uno descubre la milagrosa fortaleza que Dios ha puesto en el diseño de nuestros cuerpos de mujer, no digo que para todas sea igual o que no existan otros eventos, sólo que para mí ha sido así.
Cuando
pensé que ya no podía más, pude... cuando sentía que el cansancio me ganaba... seguí, cuando he sentido que me ahogo con las contracciones... vuelvo a respirar, y creo sinceramente que pese a mis temores respecto del parto, podré salir adelante y traer una preciosa hija al mundo.

Y es que Dios se hace fuerte en nuestras debilidades, cuando le cedemos el control, cuando reconocemos que dependemos de Él.

He visto mi cuerpo transformarse de una forma que jamás imagine, mi panzita ha extendido sus dominios y ha sido capaz de cobijar a otro ser humano, mi corazón que colapsaba con un poco de ejercicio ha sido capaz de preservar mi vida y la de mi hija, mis músculos y articulaciones se van preparando metódicamente para el gran momento, y no puedo desconocer que esa dilatación de 10 centímetros a la hora de parir no se logra de ninguna otra manera. Nuestro cuerpo de mujer trae códigos secretos que sólo me han sido revelados en este proceso.
En este tercer trimestre me he encontrado también con que mi rinitis alérgica se volvió a intensificar y volvieron las nauseas matutinas, pero descubrí que mi cuerpo las tolera mejor... se ha hecho más fuerte; En las noches el calor y lo abultada de mi guatita me provocan largos periodos de insomnio, pero a la mañana vuelvo a despertar para seguir adelante; Mi diafragma y estómago están apretaditos, pero siguen funcionando, y pese a una infección que se metió a mi garganta, cada día sigo siendo el refugio de Antonia.

Por otro lado, el proceso en sí del embarazo es distintos para cada mujer porque siempre trae consigo un propósito, y como somos únicas, nuestros caminos también lo son.

En resumen, es una aventura maravillosa ser mujer, y definitivamente lo mejor es que no somos iguales a los varones, sino que nos complementamos.