Consejos de madre primeriza

Ya vamos en la semana 19 de gestación de Antonia y el paso de estos meses me ha ido enseñando algunos consejos que me gustaría compartir porque para mí han traído paz y calma a mis ansiedades.
1. Los consejos de las otras mujeres: con mucho amor y la mejor de las intensiones, todas tus amigas, familia y conocidas te recomendaran una u otra cosa, te darán un montón de "datos" que ellas han escuchado o que les sirvieron en su tiempo para sus periodos de embarazo. Acéptalos con humildad y agradecida de su preocupación y amor, pero filtra los que te sirvan a ti, con los que te sientas cómoda y los que tu instinto de madre te apruebe. Todos los embarazos son distintos procesos porque todas las mujeres somos distintas y lo vivimos de maneras diferentes, inclusive cuando son el primer, segundo o tercer embarazo de una misma mamita. 

2. El instinto: Dios puso en cada una de nosotras y en nuestro cuerpo un maravilloso instinto maternal que a medida que pasan los meses de gestación del bebé, éste se va afinando y creciendo, él es nuestra mejor guía porque está directamente conectado al Espíritu Santo. Ora para que Dios fortalezca esta conexión y te de sabiduría en cada decisión que debas tomar.

3. Ser madre primeriza: Sí, es difícil, todas las que estamos esperando a nuestro primer bebé sabemos que es como saltar al vacío sin saber qué pasará en cada etapa, pero nunca olvidemos que Dios nos sostiene a nosotras y nuestra cría en su diestra amorosa. No desesperes, ora mucho, descifra todas tus dudas con tu ginecólogo y otros profesionales que están para apoyarte en este tiempo; Un buen dato es llevar anotadas las preguntas al control, para quedar tranquila de que nada se te olvidó y así bajas las ansiedades.

4. Un día a la vez: Pasa muy seguido que nos queremos adelantar al momento en que estamos, si vamos en el primer mes imaginamos cómo será el sexto, si vamos en el quinto mes imaginamos cómo será el parto, y cuando el parto se acerca imaginamos cómo será la crianza del bebé; Es nuestra ansia de querer tomar el control, pero con ayuda de Dios y oración podemos concentrarnos en vivir la semana de gestación en la que vamos y disfrutarla sin apresurarnos a las etapas posteriores porque esto sólo provocará ansiedad y temores. Cada momento será como tenga que ser porque Dios ya lo tiene todo planeado, confía en él y repite "Confío en ti Jesús" mientras quitas de tu mente estos pensamientos distractores y vuelves al segundo actual, ese que no volverá, ese que fue diseñado para ti y tu hija (o hijo).

5. Ninguna madre es perfecta, nadie lo es: Partiendo de la base que sólo Dios es perfecto, y que como seres humanos somos imperfectos y muchas veces herimos sin querer a quienes amamos, dejemos de lado la imagen de madre perfecta porque no es real, es sólo una forma de culparnos por nuestros errores. Lo seguro es que como padres/madres nos vamos a equivocar, pero lo importante es el amor que entreguemos a nuestros hijos, los valores, la guía, el pedir perdón y perdonar. Y cuando nos equivoquemos siempre podemos volvernos al Padre y pedir perdón, la vida es así y es importante que nuestros hijos también lo sepan para que no acumulen culpas desde pequeños.

6. Transferir nuestra atención: Antes del embarazo y como método de defensa aprendí a cuidarme yo, a centrar la atención en mi misma por falta de seguridad en el exterior. Hoy estoy en un proceso en el que dejo de centrarme en mí para comenzar a centrarme y cuidar de Antonia, pero esto no me involucra sólo a mí, para poder hacer este traspaso es fundamental que mi esposo me de la seguridad de que él cuidará de mí y también -por fé- saber que Dios también lo hará. Por lo tanto este proceso es un proceso familiar en que no sólo depende de mí como mamá, sino que también de Carlos como papá y esposo... Y debo reconocerlo, es lo está haciendo muy bien, ha sido y sigue siendo fundamental en este camino de esperar a nuestra hija Antonia.

7. Cada mujer en su etapa del proceso: Al inicio del embarazo acumulé mucha culpa porque muchas mujeres, la mayoría ya habían cruzado el umbral y eran madres, me hablaban de lo maravilloso de ser mamá, y yo sólo sabía por un examen que mi bebé estaba ahí y estaba vuelta loca con tanto síntoma físico. Hoy que voy en el segundo trimestre, he escuchado el latido de la Anto y la he visto crecer y formarse, es distinta y mucho mayor la conexión; pero una cosa si es clara: el embarazo es un proceso y cada etapa tiene su tiempo.

Espero que estos consejos les sirvan a más de alguna mujer porque para mí han sido un tesoro, una revelación amorosa de Dios.