sábado, 28 de septiembre de 2013

Antojos... antojos... antojooooosssss!!!

Sí, son reales, muchos piensan que son exageraciones de las mujeres embarazadas, pero no queridos lectores, son de lo más real.
En mi caso han sido bastante relajados eso sí, para alegría de Carlos que NO ha tenido que levantarse a las 3 de la madrugada a buscar helado, por ejemplo... jajajaja, como si les ha tocado a otros futuros papás.

Mis primeros dos antojos vinieron casi a la par, fue al día subsiguiente de saber que estaba embarazada: Estábamos en el almuerzo familiar en casa de mis suegros (Valparaiso); como es costumbre mi suegro se sirvió una copa de vino tinto y la miré y la deseé de una manera que me impresioné (algunas veces me sirvo una copa de vino al almuerzo, aunque no soy tan fanática), pero en ese momento la copa de vino tinto me decía "tómame, tómame" jajajaja, como era mi primer trimestre y el bebé estaba en plena formación, me aguanté y decliné tal proposición de la copa fea que me tentaba jejejeje.
En ese mismo almuerzo, y unos minutos después de que la copa me mirara feo, mi cuñada se sienta a mi lado y destapa una botellita de cerveza. Cabe mencionar que además de no gustarme para nada la cerveza, me da alergia a la piel, y hace años que no la bebo (desde los tiempos universitarios). La cosa es que la miro toda heladita, la huelo y... y me dieron unos terribles antojos de tomármela "al seco" jajajajaja, pero no, nuevamente me aguante y posé mi atención sobre mi comida y un trocito de membrillo que encontré en la cocina.

Otros dos antojos que pusieron en aprietos a mi amado esposo fueron:
- El durazno: un día amanecí con una locas ganas de comer durazno fresco, ¡¡en pleno invierno!!. Posibilidades de encontrar uno = 0; así que mi amado corrió al supermercado, compró un tarro de duraznos en conservas y me preparó un juguito en la juguera, ahí sí pude saciar mi antojo :)
- El melón tuna: de nuevo, en pleno invierno es casi imposible encontrar melón tuna, pero a mí se me pegó el antojo de comerlo. Me aguanté como una semana y de vez en cuando volvía el deseo. Un día pasamos al supermercado a hacer las compras y en el "sector de cosas exóticas" adivinen qué había... Sí, melón tuna picadito y fresquito, habían dos frascos para llegar y servir. Me los llevé los dos y al otro día por la mañana me comí el primero... Y me van a creer que lo vomité todo?!!! Sí!!!, pero el segundo se salvó y me lo serví en la tarde jajajajaja.

Otros antojos menos complicados han tenido que ver con: tomar once con pie de limón (tenemos una rica panadería en la esquina de la casa), comer muchas mandarinas y limón (en el primer trimestre), comer palta a la once y al desayuno, aceitunas del casero de la feria, y en general frutas, ensaladas y cosas que normalmente como y me gustan, nada muy raro ni difícil de conseguir... hasta ahora, pero quedan aún 5 meses y nadie sabe qué más se me podría antojar jejejejeje.

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